miércoles, 6 de julio de 2011

Tapeando en Eslava

Hoy comentaré el Restaurante Eslava, situado en la calle que lleva su mismo nombre, cerca del Templo del Gran Poder. Hacía tiempo que escuchaba hablar de este bar entre mis conocidos, y mi curiosidad me llevó hasta él una noche de verano.


Mi sorpresa fue que al entrar me encontré con un local acogedor, con capacidad para pocas personas y unos camareros simpatiquísimos.

Si bien me llamó la atención que fuera un local pequeño para la gran acogida que había escuchado tener entre mis contactos, lo que más resalta del Restaurante Eslava es su amplia oferta de tapas, que a pesar de no presumir de servirse en grandes cantidades resaltan por su gran originalidad.
La tapa ronda los dos euros y algo, y su presentación es inmejorable.


Yo me pedí unas costillitas a la miel y solomillo al cabrales, y para ser una cena quedé bastante satisfecha.

En resumen, un lugar estupendo para llevar a los amigos y probar una serie de tapas que no ofrecen en cualquier sitio.

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